El Observatorio Entrópico de Palatino (OEP) se identifica como Espacio perceptivo de transformaciones, con el objetivo de Rastrear y documentar mutaciones físico-sociales en un rango que alcance Cualquier fenómeno sujeto a cambios tangibles, con resultados en la Difusión ideo estética de los procesos registrados.

Ganar conciencia sistémica sobre la irreversibilidad de los eventos conduce a:

1- Desaprender sin angustia cualquier estereotipo mental que nos haga creer lo contrario

2- Viabilizar el espontáneo curso de la existencia

Observador / Amilkar Feria Flores

Concepto base / Entropía, tendencia natural e irreversible a la pérdida del orden, entendida dicha pérdida como un cambio sustancial de una forma de organización y composición intrínseca de la energía de la materia en otra, acaso más caótica que su predecesora. La palabra entropía es de procedencia griega (ἐντροπία) y significa evolución o transformación. El Observatorio Entrópico de Palatino (OEP) se apropia de este concepto como parámetro referencial entre la Física y métodos de investigación artística.

¿Qué observa el observatorio? / Para un artista pareciera que no estamos haciendo arte, o al menos incorporando sus objetos de atención, si no alimentamos los vicios culturales aprendidos en los predios del Arte y los artistas; si no tenemos un taller, no frecuentamos exposiciones, renunciamos a la vida bohemia o no nos forramos de billetes. Pero el observador interior no descansa, haciendo registros, conscientes o no, de todo lo que se mueve dentro y fuera de esa rudimentaria maquinaria biosensorial que es el cuerpo. Al tiempo que (nos) suceden cosas en el ámbito existencial, estamos luchando por las interpretaciones que hacemos de esos mismos sucesos, algo que parece una tendencia mental muy primitiva, pero inevitable, y una considerable pérdida de tiempo y energía (similar a lo que se describe como Entropía en la Segunda Ley de la Termodinámica); pues lo que sucede simplemente sucede, sin intención de beneficiar a los mamíferos en detrimento de los reptiles. El observador de este observatorio se ha propuesto una tarea en extremo compleja: observar sin enjuiciar. Pero en el solo hecho de dirigir su mirada hacia un sitio específico, ya existe un indicio de prejuicio. De manera que lo observado, devuelto como registro procesual, tiene preferencia por aquellos elementos de la realidad físico-social en los que las mutaciones a corto plazo cobran un carácter ostensible, y no tanto (aunque repercute más de lo que imaginamos) por el imperceptible y gradual “deterioro” del hidrógeno en helio del combustible solar, asunto que a nadie le importa mientras existan cosméticos como el bloqueador de sol.

La desmemoria de la memoria / Estas observaciones constituyen marcas específicas que denotan la sucesión de cambios en el ámbito humano y cósmico más inmediato; aquellos cambios, quizás, que comúnmente pasan desapercibidos ante la vorágine de acontecimientos mediáticos. Por otra parte, el OEP es consciente de que estos flashazos o instantáneas testimoniales que absorben su interés, son apenas puntos, o breves sucesiones cronológicas de estos, en el curso de una cadena de acontecimientos unidireccionales, registrados exclusivamente para evidenciar su discurrir entrópico. De ahí que no se proponga hacer largas persecuciones fenomenológicas, así como tampoco a dar continuidad estilística o formal a los resultados artísticos de sus objetos de atención.

Palatino / Barrio del municipio habanero Cerro. El topónimo es heredado del emplazamiento en la zona de la casa quinta de los Condes de Palatino, en la primera mitad del S. XIX, aunque el territorio ya era utilizado desde 1592 para conducir las aguas de la Zanja Real, primer acueducto hecho por europeos en América. Casi dos siglos y medio después, por el mismo terreno, se trazó el acueducto de Fernando VII, inaugurado en 1835. Entre 1858 y 1893, se construyó el de Albear, que tiene sus depósitos e instalaciones en el propio barrio. Todavía hoy, este acueducto suministra alrededor de un quinto del agua potable de la ciudad. El cruzamiento de trasvases en la región se debe a su intersección geográfica entre las primeras fuentes de abasto y el enclave originario de La Habana. Favorablemente, aunque la idea y establecimiento del Observatorio en este lugar no fue premeditada, al menos conscientemente, es obvio que aquí las cosas tienen una larga tendencia a fluir.